martes, 6 de marzo de 2012

LA OLA Y EL CAMINO QUE VIENEN DEL MAR

Remitido el 16 de noviembre de 2011 para su participación en “Antología de Escritores de Caracas” promocionado por “Proyecto Expresiones”.

Soy citadino por dos razones: me gusta la ciudad; disfruto las citas, esas en las que el buen gusto está de por medio. Es muy hermoso darse cita en la “ola que vino del mar”, y desde las alturas de la ola y de mi corcel observar a la ciudad: sus luces artificiales si es de noche y sus reflejos solares si no es de noche… ¡claro!

Hace días junto con mi escudero cabalgué por el llamado “camino de los españoles”, ese que dejó atrás su presente. Nos llegamos hasta las ruinas de lo que fue un castillo y nos apeamos a descansar e ingerir algo antes de proseguir el camino… En ese placentero la mirada se pierde entre verdes, azules y color tierra (está bien, y el blanco). La mar es inmensa, quieta desde esa atalaya. El viento brisa que saluda…

Es hora de continuar, lo hacemos por donde llegamos. La ciudad nos espera. En ese ahora los reflejos se funden, se opacan y se alejan; las luces renacen, los faroles retoman vida y los brillos la embellecen… Otra vez en la ciudad…

No tengo ni he tenido escudero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me gustaría conocer lo que conoces después de haber conocido lo antes escrito.

NOTA: en el campo "Comentar como:" seleccione la opción "Nombre/URL" y deje escrito el "Nombre" con el que quiera ser identificado (el "URL" o "dirección de internet" es opcional).