domingo, 25 de marzo de 2012

LA REINA DE LA PLAYA

La siguiente es una publicación especial para compartir con todos el poema con el cual gané el primer lugar en el concurso de Poemas Nanos “Pintado con versos” patrocinado por Proyecto Expresiones y del cual formo parte.

En la imagen el paisaje playero que sirvió de inspiración para participar en el concurso. En la parte inferior una imagen del premio obtenido… Por supuesto que tengo el ego crecido… ¿qué se creen ustedes?

LA REINA EN LA PLAYA
Autor: Sir Alberto de Catia 

En el cielo la ola quiere
despejar al viento
y los cocoteros baten sus cabelleras.

Los toldos anclados miran taciturnos
como la mar quiere bañistas en fuga.

Un azul y otro azul se contrastan
entre la placidez y el movimiento.

Y como poderosa monarca
la montaña los ignora.

martes, 20 de marzo de 2012

POR AHORA

Publicado en la revista “Para las Telarañas” Nro. 4 y 5. 1985. Págs. 26. (Centro de Investigaciones Lingüísticas y Literarias “Andrés Bello” (CILLAB) del Instituto Universitario Pedagógico de Caracas. Hoy Universidad Pedagógica Experimental Libertador- Instituto Pedagógico de Caracas.)

A María del Rosario Chacón.

A los postes de la cuadra les reventaron los bombillos. A Judas Iscariote lo quemaron el Miércoles de Ceniza. Entre tanto el pueblo se disfrazaba el otro, el Santo. Al Poeta se le seguía botando el paisaje por la única ventana. A mi almohada se le botan los sueños(*).

Esa tarde salí más tarde. Me largué a buscar sitios donde pudiera escribir. Adquirí los boletos. Me detuve junto a la franja amarilla. El tren eléctrico navegaba raudo sobre los rieles, (¿por dónde más en este caso?). El eco sería el primero en llegar para seguir de largo mientras se quedaba atrás... Llegamos, evacuando luego la estación.

Visité las librerías que hallaba a mi paso, preguntando en cada una de ellas por lo que buscaba. Al encontrarlo salí con un humor de perros, (cuando los perros menean la cola).

Corriendo a sentarme lo hice. Hojeaba apresuradamente lo que descansaba entre mis manos... Allí estaba, (no en el libro), de frente a mi frente, linda como el osito. Sí, el mismo de la propaganda. Quise levantarme, y lo logré. Pero al hacerlo ella no estaba. Se había sentado en un banco que en común teníamos cerca. Conversamos de nuestras lecturas. Agotado el tema hablamos de las de ella. Sin desaprovechar la oportunidad le lance la pregunta:

    -  ¿Sabes lo que eres?

Y me respondió.

    -  Es hora de que me vaya, se me hace tarde…

Y se quedó pensando: El matiz de uno de tus sueños...


* Aquiles Nazoa

miércoles, 14 de marzo de 2012

AMOR DESDE LA SANGRE


Enviado al Concurso de Cuentonimios “Una historia de amor”‏ de Proyecto Expresiones” (13/02/2012)

En las cercanías de mi castillo hay un lugar en donde casi a diario corre la sangre. En contraste, por esos lares, vive una hermosa princesa quien constantemente recorre los predios… Voy a narrar su historia, ya que no dejo de verla en su cotidiano cabalgar.

Resulta que en el antes sugerido matadero trabajaba el amor de sus semblanzas. Desde el inicio se enamoró del sencillo muchacho, desde que quiso conocer el método con el que sacrificaban a las reses que luego adornaban su mesa... Todos en el reino lo sabían, aún cuando el rey y la reina lo ignoraban, y no soy ningún chismoso, aunque me guste la historia.

Empezaron a tener encuentros furtivos detrás del corral de las gallinas, del depósito de los granos, y hasta en los rincones de la iglesia... ¡Imaginen ustedes!

En sus conversas ella le explicaba cómo eran las cosas en palacio y el comportamiento de la realeza. Él, la manera de tomar los cubiertos, el mazo, la soga… para, dependiendo del animal, dar el golpe de gracia. En momentos más románticos intercambiaban información sobre sus otros gustos: las flores, las comidas, los paseos…

Al momento de su matrimonio los padres sentían mucho orgullo: los de él por la calidad de la dama; los de ella picados en él, pero resignados y al tiempo felices porque su hija se había casado con alguien a quien amaba. Aunque no fui invitado sé que la fiesta estuvo muy alegre y animada. Todo el pueblo fue invitado.

Hoy son una pareja feliz con tres hijos y tres niños todos de sus frecuentes encuentros. Viven en una gran casa con un amplio terreno que abarca un espacio que se puede recorrer (fácil, fácil), en dos horas a pie, ida y vuelta.

Ella decidió no ser nunca reina, aunque le toca por derecho después de sus nueve hermanos. El trabaja criando y vendiendo ganado al matadero cercano. Sí, ese mismo en donde encontró al amor de su vida. Y ella el suyo.

¿Qué como sé esos detalles? Bueno, yo escribí la historia…

martes, 6 de marzo de 2012

LA OLA Y EL CAMINO QUE VIENEN DEL MAR

Remitido el 16 de noviembre de 2011 para su participación en “Antología de Escritores de Caracas” promocionado por “Proyecto Expresiones”.

Soy citadino por dos razones: me gusta la ciudad; disfruto las citas, esas en las que el buen gusto está de por medio. Es muy hermoso darse cita en la “ola que vino del mar”, y desde las alturas de la ola y de mi corcel observar a la ciudad: sus luces artificiales si es de noche y sus reflejos solares si no es de noche… ¡claro!

Hace días junto con mi escudero cabalgué por el llamado “camino de los españoles”, ese que dejó atrás su presente. Nos llegamos hasta las ruinas de lo que fue un castillo y nos apeamos a descansar e ingerir algo antes de proseguir el camino… En ese placentero la mirada se pierde entre verdes, azules y color tierra (está bien, y el blanco). La mar es inmensa, quieta desde esa atalaya. El viento brisa que saluda…

Es hora de continuar, lo hacemos por donde llegamos. La ciudad nos espera. En ese ahora los reflejos se funden, se opacan y se alejan; las luces renacen, los faroles retoman vida y los brillos la embellecen… Otra vez en la ciudad…

No tengo ni he tenido escudero.

jueves, 1 de marzo de 2012

CAMINO A LA ARENA ENCONTRÉ A FLOR


He colocado el arnés donde va, sentándome luego en el pórtico de mi castillo comencé a planificar. Puse en mi “porsiacaso” lo necesario para un día de sol y brisa del mar…

Me he levantado antes del amanecer y tomé el arnés de donde va. Con la primera claridad parto y cabalgo feliz… Mas de pronto mi potro se detiene, negándose a avanzar. Me apeo, lo reviso… y nada. Cuando en medio del camino un gris maletín negro. Lo tomo y para mi sorpresa, al abrirlo, nada consigo.

Ya es media mañana y poco falta para llegar a mi destino (ya voy pensando en una sombra). Me detengo, descanso por un momento del largo camino recorrido. En mi mente y en sus ancas aún se encuentra el maletín. Al instante veo a un anciano viajero con muchas pequeñas cosas en sus manos. Me acerco, le hago llegar lo encontrado por mí y decido llevarlo a su destino.

En su humilde residencia me obsequió con un delicioso vaso de agua. Estuvimos hasta comienzos de la mitad de la tarde en una agradable conversa, pero era mi hora de proseguir…

El paisaje es hermoso, los horizontes verdes y montañas en lejanías… hace más de mucho tiempo que cabalgo. En la distancia veo por espacios el punto de llegada, una lejanía azul. Mi vista acostumbrada a las extensiones abiertas no deja escapar un brillo en el paso de mi cabalgadura.

Lo tomo y con grande sorpresa me percato que es una… ¡Qué ocurre! ¡Ante mí que perciben mis ojos!: es mi propio castillo… Vuelvo la mirada hacia la imagen que acabo de tomar del suelo. La miro por poco tiempo y me fijo que es un dibujo de Flor, uno de los personajes de la película Bambi…