sábado, 30 de julio de 2011

DESDE EL SAN MARTÍN PALACE

En tiempos pasados, o sea pretéritos, vuestro inocente rostro estaba vigente. Desde aquel maravilloso paradise en el que entretejíais telarañas de saber y dejabais conocer notas de exquisita poeta (¿o será poetisa?) cabalgabais hasta aquel San Martin Palace. Allí, cual doncella con elegancia de lady bajabais hasta vuestra residencia, alejándoos majestuosa, ya fuera con un cielo adivinado de estrellas o cubierto de nubes que dejaban caer su néctar nutriente. Regalasteis rostros de sabios al salón de los conocimientos y estrenasteis con amigos vuestro castillo pastoral.
Hoy, en tiempos presente, ese rostro conserva su vigencia. Habita nuevo castillo en nuevo condado. Ha florecido y cosechado frutos que junto con los triunfos le hacen de excepción… La Dama de San Martín continúa compartiendo su saber y dejando volar al viento su canto de poetisa consagrada.
Y finalizo con un especial recuerdo que guardo en estuche de plata: aquella, vuestra visita al chateu de mis padres en tierra ancestral.

domingo, 24 de julio de 2011

TRIPLE CARACAS*

Sir Alberto de Catia, Lord de Altavista y San Pedro, brillante armadura y grandilocuente corcel. Cabalgador entre el presente y el no-presente… Discerniré sobre el nacimiento de Caracas, esa que tiene como guardián exclusivo al “Cerro El Ávila” y de guardaespaldas al “Pico Naiguatá”…
Dicho nacimiento está envuelto en los vericuetos de la historia. No se conoce instante preciso, no hay acta de nacimiento ni siquiera de bautizo. (Es posible que existiera, mas ¿adónde fue a parar? ¿La robaron o se extravió? ¿Cómo ocurrieron los hechos, cómo se perdió?) ¿Tendríamos como punto de partida la hora en que los aborígenes llegaron? ¿Cuando armaron la primera choza? ¿La mañana que gustaron del primer desayuno? ¿O la noche que retozaron bajo las estrellas por primera vez? De ser así no sabríamos bajo qué signo nos leerían el tarot.
Pero los conquistadores nos modificaron el cuento y expropiaron lo que no era de ellos, refundándola en el 1560 y llamándola “Villa de San Francisco” (celebramos entonces sin día ni mes 451 años)... Seguidamente los legítimos dueños se organizaron y reclamaron sus propiedades... Otros conquistadores, aunque los mismos, se presentaron como innovadores (sólo porque le cambiaron el nombre y le pusieron “Santiago de León de Caracas”), esto en 1567. (Aquí tampoco hay día, mes hora ni nada parecido que sea comprobable, salvo el año que si concuerda con el 444).
¿Un país o una ciudad nacen cuando las fundan o es convencionalismo? El 3 mayo de 1502 ve su génesis la primera ciudad suramericana, Santa Cruz, en la guajira venezolana (entonces, tanto el país como el continente son tauro como el autor del cuento)… La patria madre ha cumplido 200 años... ¡Ya está, se me anudó el yoyo otra vez!: ¿cómo es que la hija tiene más edad? ¿No será que ambas nacieron el mismo día?
Ya no más enredo, a jugarse el 444, pueden combinarlo con el 200, el 451 y/o el 509.
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* Para el recital “La Voz de la Ciudad” y ser leído en “Palabras del León”

miércoles, 13 de julio de 2011

COMO SER SIEMPRE EL PRIMERO*

Tengo varios días analizando una incomodidad que me acontece aproximadamente en un sesenta y dos por ciento del año. Soy un usuario y cliente del sistema metropolitano de transporte de mi ciudad. Un sitio que, aún con las tragedias que la gente todavía no ha sabido manejar, me enamora, en la que me gusta vivir… bueno, tampoco es que haya probado otro, visitar no es vivir…
Mi turno de participar como pasajero ocurre mayormente (un cincuenta y nueve por ciento) en las horas llamadas picos: cuando regresamos o vamos al trabajo y cuando regresamos o vamos a nuestra casa y/o a nuestro hogar. En el noventa y ocho por ciento de las veces voy cómodamente sentado, el restante porcentaje soy un caballero (quiera o no) o quiero ahorrarme diez minutos.
Una vez que me “abajo” en la estación y para incomodarme menos espero que mis demás compañeros de viaje tomen la iniciativa y el atore de subir y de salir con rapidez de nuestro andén de destino.
Pero voy al grano: descubrí la manera de ser siempre el primero. No importa la posición en la que me baje del tren ni el vagón en el que haya viajado…
Ahora sí: me paro rezagado y espero a que todos tomen sus posiciones y comiencen a moverse para abandonar el sistema. Una vez desocupado el andén me paro al pie de la escalera y espero la llegada de uno de los trenes (sin importar el sentido de donde lo haga). Una vez detenido y apenas abra sus puertas comienzo a subir… En caso de que alguien se me adelante repito el proceso… Es infalible.
Les gustaría salir del vagón y siempre quedar al inicio de la escalera mecánica… Cuando se baje, si queda rezagado, fíjese donde le queda. Acérquese a ella y calcule que puerta del vagón está a “patica de mingo”. Tome el tren que viene en sentido contrario, bájese en la próxima estación y tome el del otro lado de nuevo. Al llegar a su destino podrá fijarse que al bajar ahí mismo tiene lo que quiere… Para ser el primero, ya sabe, lea más arriba…
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Publicado en El Procesos-The Process Año II (MMIX). Nro. XIII.

LORD A.

Dos grandes maestros fueron mis educadores en los valores que hacen al hombre de bien… (Más fino que me quedó…). fue una educación excelente antes de ser honrado como Sir. Se encontraron en un punto del camino y continuaron juntos hasta que les tocó separarse, coincidiendo “tal vez, sólo tal vez” (y voy a especular) en alguna dimensión.
Comenzaré solamente con uno… por muchos años trabajó en las alturas para que en el futuro otros subieran y bajaran sin los peligros que le correspondieron. Al momento de reprender el carácter… pero lo recuerdo con su cerveza, su carisma y su sonrisa sentado con nosotros, y con los amigos o con los amigos.
En su tercera edad estaba allí conversando y su buen humor brotando con sus recuerdos. Algunas veces inquieto, siempre apacible y con la nostalgia del hombre que ha transitado senderos y recorridos.
Hoy estamos unidos por esa esencia desconocida, pero tangible del pensamiento. Antes ocupaba un espacio, ahora uno diferente (en cada uno de nosotros)... Lord Antonio, vuestras armas y vuestras armaduras siguen ganando batallas, pues habéis sabido dejar vuestro legado.

LADY G.

Antes de ser honrado con el título de Sir tuve el honor de recibir una excelente educación en los valores que hacen al hombre de bien… (¡Guao! ¡Qué fino lo escribí…!) por dos grandes maestros. Luego de una breve separación (voy a especular) “tal vez y sólo tal vez”, coincidieron en alguna dimensión. Habían andado juntos a partir del encuentro en algún punto del camino.
Continuaré con el correspondiente… Desde que la conocí fue siempre cercana. Entregaba lo que tenía y compartía su existencia. Sabía poner el orden donde este era contrario. Una  oración para cada uno y un plato a las horas indicadas. Desde siempre la vi prestidigitadora de trajes: con su magia sacaba vestidos de metros de tela.
En ese futuro que siempre nos llega conservaba su sentido del humor. Su presente siempre allí. Activa… hasta que… maravillosos fueron nuestros caminos.
Ayer ocupaba un espacio, hoy otro en cada uno de nosotros... Lady Gloria, habéis dejado vuestra presencia, vuestra carácter y vuestras enseñanzas… Seguimos unidos a través del pensamiento, esa esencia desconocida, pero tangible.